Mina, parecía una quinceañera; ella que estaba acostumbrada a las cámaras de tv, a las luces y los flash, ella que adoraba todo eso y que fue su mundo durante muchos años, ahora estaba nerviosa como novia en baile. El tormentoso viaje había acabado con sus reservas, juraba que mataba al "chofer de mierda" que la había traído como ganado.
Mientras intentaba recuperar nuevamente la cordura y ponerse el zapato en el camarín estudiaba a la maquilladora, un mariconcito recontra amanerado que intentaba adivinar que color le caía mejor y como podía podía hecer un peinado "diferente".
Anda a hacerle las trenzas a tu abuela, que te has creído desgraciada, yo tengo estilo y soy todo un personaje que no vas a venir a improvisar con peinados ridículos por más que a ti te gusten. ¿dónde esta la productora? TRAINGAME A LA PRODUCTORA.
Quererle pintar los labios de morado y hacerle trencitas a ella, a su edad, era demasiado. Me voy inmediatamente sino viene la productora, voy a llamar un taxi, si un taxi porque a esa limo no subo ni muerta.
Pero Minita entiende queremos algo que demuestre la juventud en la tercera edad. Oye so cojuda, me estas diciendo vieja y quieres que salga a hacer el ridículo, a mi me habían dicho que sería un programa en homenaje a figuras célebres de la tv, no cojudeces de la tercera edad o quinta edad. Pero Minita entiende...
La taquicardia la tenía a mil, la hacía tartamudear, el ojo le temblaba y sentía que se orinaba encima. Mira mamita, quieres trenza, quieres que aparezca en un programa de ancianas, que más me vas hacer bailar una tecnocumbia... Bueno no exactamente, una tecnocumbia pero si habíamos pensado en el baile del tubo.
Ahora si se sentó, mientras las imágenes sucedían por su cabeza, donde mierda estaba su manager, a verdad que hace 10 años que ya se había muerto, donde esta mi celular, no veo y no traje mis lentes bifocales. MIERDA.
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